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CONTEXTO HISTÓRICO DE LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS
El municipio madrileño de Pinto tuvo un papel destacado en la guerra civil que vivió España entre 1936 y 1939, siendo durante la mayor parte del conflicto, primera línea de frente de combate, tal como lo atestiguan los numerosos restos de arqueología militar que han llegado hasta nuestros días.
1. Pinto como escalón en el avance nacional a Madrid de Noviembre de 1936
Al producirse la sublevación contra el Gobierno del Frente
Popular, entre los días 17 y 21 de Julio de 1936, Pinto, lo mismo que el resto
de la provincia de Madrid, se mantuvo leal al Gobierno.
En Octubre de 1936, consciente de que las fuerzas sublevadas
provenientes de África, capitaneadas por Varela y Yagüe, se dirigían imparables
a la capital, la República idea un dispositivo de defensa mediante fortines de
hormigón, distribuido en 4 anillos alrededor de Madrid, estableciéndose uno de
ellos, el 2º, en el eje Brunete-Villaviciosa-Móstoles-Fuenlabrada-Pinto-San
Martín de la Vega.
Es a esta época a la que parece pertenecer las extrañas
estructuras de hormigón que denominaremos “posición artillera” y de la que
hablaremos con más detalle más adelante.
Este sistema de defensa, comúnmente llamado Plan Masquelet,
por el nombre del general que lo ejecutó, fue llevado a cabo por la Comisión de
Fortificaciones, a cargo del coronel Tomás Ardid, y dependiente de la
Consejería de Milicias de la Junta de Defensa de Madrid. Sin embargo, todas
estas construcciones resultaron finalmente inútiles, ya que las tropas
sublevadas lograron romper sucesivamente cada uno de los anillos.
Quedan algunos nidos de ametralladora de hormigón de este
sistema de fortificaciones, la mayoría de ellos sin finalizar, en Pozuelo de Alarcón, Madrid, Getafe, Fuenlabrada y en el Cerro de los Ángeles.
El núcleo urbano de Pinto caerá definitivamente en poder Nacional
el día 2 de Noviembre de 1936, siendo la columna de caballería del Coronel
Monasterio quien lo ocupe. Previo a la entrada de las tropas, Pinto es
violentamente bombardeado por la aviación, provocando entre otros, un pavoroso incendio en el
Consistorio, perdiéndose en él la mayor parte del Archivo Municipal.
Las primeras tropas Nacionales que asaltaron Pinto fueron
legionarios y regulares, que entraron por las calles Torrejón y Camino del
Cementerio, respectivamente.
Comenzaba de esa manera la ocupación del núcleo urbano de Pinto por las tropas
nacionales, que no lo abandonarían hasta el final de la guerra.
Podemos dar algunos ejemplos de la transformación que sufrió
Pinto por esta ocupación:
- La fábrica de chocolate “La Colonial” se convirtió en intendencia general.
- En la glorieta de Jaime Méric se situó la comandancia militar, y en la calle Real un cuartel de la Guardia Civil.
- Junto al paso a nivel de la Plaza del Cristo, se establecieron los talleres de la armería, y al lado de la estación se hizo un enorme socavón donde los armeros hacían las pruebas de tiro.
- En los alrededores del cementerio se cavaron dos fosas para enterrar a combatientes.
- En la carretera de Parla, a 300 metros del pueblo, se estableció un cementerio musulmán.
- En Pinto estuvo el Cuartel General de la División 12ª y también, posteriormente la de la División 17ª.
Hemos indicado que, a partir del 2 de Noviembre de 1936, y
hasta el final de la guerra, el núcleo urbano de Pinto permaneció en el bando Nacional,
no así la parte oriental del término municipal, el terreno situado al este de
la carretera N-IV que permanecía de momento controlada por el bando
republicano.
En los días siguientes a la ocupación de Pinto, el bando Nacional
continuó su avance hacia la capital, tomando Getafe el día 4 de Noviembre, Villaverde
el día 6, y el estratégico Cerro de los Ángeles el día 7.
En este momento, el del ataque frontal a Madrid,
las Columnas XIII Líster y XII Bueno cubrían las zonas de Entrevías y
Villaverde amenazando el flanco derecho del adversario.
Las tropas franquistas llegan a las
puertas de Madrid, sin
embargo, contra todo pronóstico, Madrid resistió varias intentos de asalto que chocaron
contra las férreas defensas republicanas. Comenzaba así la estabilización del frente
que posibilitaría que uno y otro bando se afanaran en la fortificación de las
posiciones conquistadas.
Posteriormente a su toma por los nacionales, Pinto sufrió al menos 3 bombardeos por parte de la aviación republicana: los de los días 3 de noviembre, 24 de noviembre y 24 de enero de 1937.
En la siguiente diapositiva podemos leer la crónica que publicó el periódico ABC y en el que se hacía eco del ataque republicano del día 24 de noviembre sobre Pinto, del cual las tropas atacantes obtuvieron un curioso botín.
En la siguiente diapositiva podemos leer la crónica que publicó el periódico ABC y en el que se hacía eco del ataque republicano del día 24 de noviembre sobre Pinto, del cual las tropas atacantes obtuvieron un curioso botín.
Como hemos comentado, a partir de noviembre de 1936, el
núcleo urbano de Pinto, así como todo su término municipal al oeste de la
carretera nacional IV quedó en manos del bando nacional, mientras que el
terreno situado al este de dicha carretera seguía ocupado por unidades
republicanas, pero con una presencia casi más simbólica que efectiva, pues eran muy
escasas las tropas instaladas en estos amplios campos. Aparte de algunas
sencillas posiciones en los puntos más destacados, como Cabeza Fuerte, el
frente se cubría de forma puntual con la presencia de patrullas.
La posición de las tropas nacionales que luchaban en los
arrabales de Madrid era entonces comprometida, con un flanco derecho desprotegido y
muy extenso, que abarcaba desde Seseña hasta Usera, y que invitaba al bando
contrario a una ofensiva este-oeste que consiguiera aislar a las fuerzas que
asediaban Madrid. Los generales republicanos Pozas y Miaja contemplaban ya esta
opción desde mediados de Enero y maduraban ese plan acumulando fuerzas para
lanzar su ataque a mediados de Febrero.
Paralelamente, Franco instaba a sus generales a que también
iniciaran el cerco a Madrid por la zona Suroriental, hacia el Manzanares y el
Jarama, con idea de cruzarlos y, desde Arganda, una vez cortada la carretera de
Valencia, proseguir dirección Norte hasta cerrar prácticamente la bolsa,
cerrando también la carretera de Zaragoza a la altura de Alcalá de Henares.
Sin saberlo, los dos ejércitos se preparaban para atacarse
en el mismo sitio y sería cuestión de tiempo quien golpeara primero. Finalmente
fue el bando Nacional quien tomó la iniciativa y, desde ese momento, Pinto pasó
de nuevo al primer plano de la guerra.
El día 6 de febrero de 1937, después de una mejoría del
tiempo, se inicia el avance general, dando comienzo la Batalla del Jarama. Ese
día, a las 07:00 h, la brigada del Cnel. Rada, sale de Pinto y llevando en vanguardia
los carros de la 1ª Compañía del batallón de carros de combate, con 15 Panzer I
al mando del capitán José García García, realiza un rápido movimiento
envolvente sobre las posiciones defendidas por 3 batallones de la 48ª Brigada
Mixta republicana, sin encontrar apenas resistencia, ocupando el estratégico
vértice de Cabeza Fuerte a las 08:10 h, desde donde, guardando su retaguardia, puede
avanzar hacia la Marañosa, ocupando el poblado y las trincheras del cruce de
caminos de Perales-San Martín de la Vega, a las 17:00 h, donde las fuerzas
republicanas sí oponen una fuerte resistencia.
El Tercio de Requetés del
Alcázar, mandado por el comandante Emilio Alamán Ortega, quedaría de guarnición
en Cabeza Fuerte, siendo trasladado a la Marañosa a lo largo de los siguientes
días. En la zona de Cabeza Fuerte organiza un centro de resistencia, junto con
una batería de 75 mm, que podía batir el sector entre el Cerro de los Ángeles y
la Casa de la Torrecilla, y dos fuerzas anti carros. El Tercio defiende y
rectifica sus líneas con gran número de bajas y será solicitada la Medalla
Militar Colectiva para ellos por el Coronel Ricardo Rada. Días más tarde, el
Tercio del Alcázar sería relevado por el Tercio de Cristo Rey, en lo que sería
su bautismo de fuego.
Ese mismo día 6 de febrero, la II Brigada,
mandada por el coronel Sáenz de Buruaga, apoyada por la caballería, también se
pone en movimiento desde Pinto hacia el río Jarama, realizando una profunda
penetración, tras reducir la tenaz resistencia enemiga en Gózquez de Arriba.
Los combates se trasladan hacia
el valle del Jarama y, tras algunos días de parón debido al mal tiempo, el día
11 de febrero, la Brigada de Barrón consigue forzar el paso del río Jarama a
través del Puente de Pindoque. El día 12, repetiría la acción la Brigada de
Asensio en el puente de San Martín de la Vega. A partir de ese momento la
acción se centró principalmente en la orilla izquierda del río Jarama, donde la
ofensiva nacional se agotaría definitivamente el día 17 de febrero en la meseta
entre los ríos Jarama y Tajuña. A partir de ese momento, la iniciativa pasó a
las tropas republicanas, que lanzaron furiosos contraataques en todo el frente
que, sin embargo, no consiguieron devolver al enemigo a la otra orilla del
Jarama. La sangrienta batalla terminó en tablas. Para entonces habían muerto en
los campos de Pinto, Ciempozuelos y San Martín de la Vega 6.000 nacionales y
10.000 republicanos.
Cabeza Fuerte sufriría en el
transcurso de la batalla varios importantes ataques artilleros, como el citado
en las memorias de Garate Córdoba el 14 de febrero, día que el Tercio Cristo
Rey juraba bandera, o el que cita a su vez el General Varela en su diario de
operaciones el día 21. A su vez, las baterías situadas en Cabeza Fuerte,
colaborarían en desarticular los ataques republicanos dirigidos contra la
Marañosa, especialmente los ataques de los días 17 y 18.
3. Estabilización del frente y fortificación de las posiciones hasta el final de la guerra.
Una vez finalizada la batalla, se
comenzó a construir fortificaciones en el sector, que vinieron a conectar con
las defensas de Madrid, pasando este frente en Pinto a convertirse en un
frente inactivo en cuanto a movimientos, pero no en lo que se refiere a tiroteos,
golpes de mano, bombardeos de artillería y de aviación.
Acabada la batalla del Jarama, a
mediados de 1937, ocupaba toda esta zona:
El 7º Batallón del Regimiento de
Infantería “La Victoria”, de la 12ª División nacional, 1ª Brigada, que disponía
además de 2 baterías de artillería.
Luego lo haría, desde abril de
1938 hasta la finalización de la guerra:
El 8º Batallón del Regimiento de
Infantería nº 24 “Bailén”, de la 18ª División nacional, con puesto de mando en
Griñón.
Con la estructuración del frente
en Centros de Resistencia (CR) toda esta zona se incluyó en el VI CR-Cerro de
los Ángeles.
Frente a estas fuerzas se
encontraban también la 18ª División, pero del Ejército Popular de la República
(EPR) del 2º y 3er Cuerpo de Ejército, del Ejército del Centro,
con frecuentes cambios de límites de pertenencia y de relevos de distintas
unidades.
Las unidades que estaban a cargo
de los trabajos de fortificación de toda esta zona, eran la compañía 22ª del Batallón de Zapadores nº 8, así como las compañías 14ª, 18ª y 9ª del Batallón de
Zapadores nº 7, tal como refleja la inscripción encontrada de esta última compañía en el fortín 133-B, situado de la posición Loma Intermedia.
La contrucción de todas estas fortificaciones comenzaron en marzo de
1938 por parte de una sección del 1er Batallón de Trabajadores, auxiliados por
soldados de zapadores de las unidades cercanas.
Ayudada hasta agosto de 1938 por
la División 20ª: Batallón de Zapadores nº 8, Compañía 22ª.
El número de trabajadores
respecto al de zapadores guardaba una relación de 1 a 1.
También por esas fechas, el
personal de la 12ª Compañía del mismo 1er Batallón de trabajadores,
construía los Puntos de Apoyo del kilómetro 15 de la carretera general y el de
la Casa de Nueva España, muy cercanos a esta zona y actualmente desaparecidos.
DESCRIPCIÓN DE LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS
Localización de los restos
Foto de satélite de la zona del término municipal de
Pinto, donde se encuentran los restos objeto del estudio. Como se puede ver, se encuentran en el extremo noreste del término municipal.
Localización de los restos (mayor
detalle).
Situación de los restos dentro del término municipal de
Pinto, indicando cada una de las 10 posiciones descubiertas.
I - Posición nº 124 “Vega Baja” ó “Los Yesares”:
Esta posición, realmente
importante, se corresponde con la Isla de Resistencia número 124, englobada
dentro del Centro de Resistencia número VI: Cerro de los Ángeles.
Esta posición estuvo ocupada por
la denominada Compañía de la Vega, dentro de la División 18ª del Bando Nacional.
En la posición nº 124 “Vega Baja” localizamos
4 fortines:
-
124 A conocido como “bunker de los Yesares”.
-
124 B en el lado norte del cerro, sobre el
arroyo Culebro y la cañada real Galiana.
-
124 C es el único que presenta roturas o
desperfectos, además de conservar en su tronera el nombre de la unidad que lo construyó: “12ª Compañía de Ingenieros 1ª Sección”.
-
124 D. Lindando con los campos de labor, con
trincheras a su alrededor. Perfecta rasancia de sus troneras, casi al ras de
suelo.
En esta posición podremos ver las
trincheras mejor conservadas de Pinto, por encontrarse éstas construidas sobre
roca y no sobre terrenos blandos yesíferos como el resto.
Si rodeamos por lo alto el cerro,
que es la cota 592, observaremos en la ladera y a media altura varias
trincheras en bastante buen estado, con nítidos y buenos ramales de pozos de
tirador dobles. Podemos hacernos una aproximación del gran tamaño que tuvo esta
posición.
Forma rectangular con frente
curvo. La tronera frontal es única y de gran tamaño, que abarca casi 90
grados, la entrada es trasera y está enfrentada a la tronera, el interior es
amplio, despejado y carece de banqueta para ametralladora y de hornacinas para
el material.
Vista de un pozo de
tirador excavado en la roca.
En esta diapositiva podemos ver
claramente uno de los elementos más comunes e importantes de las defensas en la
Guerra Civil Española: El pozo de tirador doble.
Con capacidad para 2 soldados,
constituía un saliente adelantado desde la posición, que permitía controlar al
enemigo y contrarrestar un posible ataque. Habitualmente disponían de un
pequeño muro construido con sacos terreros que los dividía en 2 habitáculos,
permitiendo así que si un tirador era alcanzado por un mortero, el compañero
quedara protegido de la onda expansiva. Si bien existen también pozos de
tirados simples, para un solo tirador, la mayoría de los que se construían eran
dobles, para hacer las guardias más llevaderas a los soldados, teniendo a su lado
a un compañero. De igual manera, al estar vigilados por un compañero, también
se dificultaba que los soldados se “pasaran” al otro bando.
A continuación, pasamos a repasar cada uno de los 4 fortines de hormigón de esta posición:
A continuación, pasamos a repasar cada uno de los 4 fortines de hormigón de esta posición:
Fortín 124-A
Dimensiones: casi 3,5 metros de largo y casi 2,5 metros de ancho.
En su interior puede observarse una cruz del calvario grabada en una de las paredes.
Estado de conservación excelente: manteniendo cubierta, acceso y tronera intactos.
Fortín 124-B
Características muy similares a
las del fortín 124-A, pero con la peculiaridad de que la entrada es oblicua, no
enfrentada directamente a la tronera.
Se encuentra en el lado norte del
cerro, sobre el arroyo Culebro y la cañada real Galiana.
Estado de conservación:
Excelente, manteniendo cubierta, acceso y tronera intactos.
Detalles del fortín. Vista trasera.
Tronera y entrada vistas desde el interior.
Fortín 124-C
Se encuentra en el lado este del
cerro, orientado hacia La Marañosa. Se sitúa en medio de un campo arado, se
accede a él a través de una trinchera del tipo “pata de gallo”.
Puerta de acceso en el lateral
izquierdo y de forma no rectangular.
En la parte inferior de la
tronera podemos ver la firma de los constructores del fortín:
12ª Compañía de
Ingenieros 1ª Sección
Estado de conservación: Regular. Recibió al menos dos impactos artilleros: Uno en el centro de la cubierta, del cúal queda una marca bien visible, y otro impacto en la esquina posterior derecha, que con el tiempo ha acabado por desprenderse.
Trinchera “pata de gallo” de acceso al fortín. La trinchera central daba acceso directo al fortín, mientras que los 2 ramales laterales van a dar a sendos pozos de tirador dobles, ligeramente adelantados respecto del fortín, cuya función era defenderlo de un posible acercamiento del enemigo y lanzamiento de granadas al interior de él.
Fortín 124-D
Se encuentra en el lado sureste
del cerro, orientado hacia Cabeza Fuerte.
Podemos apreciar la perfecta
rasancia de la tronera, casi al ras del suelo.
Estado de conservación: Muy
bueno, manteniendo cubierta, acceso y tronera casi intactos.
Vista del Fortín 124-D en primer
término, detrás el Fortín 124-C y al fondo el Cerro de los Ángeles
Vista trasera del Fortín 124-D.
Esta posición, se corresponde con la Isla de Resistencia número 133, englobada dentro del Centro de Resistencia número VI: Cerro de los Ángeles.
Esta posición estuvo ocupada por la denominada Compañía Loma Intermedia, dentro de la División 18ª del Bando Nacional.
En la posición 133 “Loma Intermedia” localizamos 2 fortines.
Existe también una red importante de trincheras y refugios.
Restos de un refugio cobijado
detrás de la loma. Aquí se encontrarían las cocinas o las viviendas de las
tropas.
Vistas desde la posición, que dan
una idea de su importancia estratégica. Podemos ver ambos fortines, el cerro de
los ángeles, y la posición Vega Baja comentada anteriormente.
Fortín 133-A
Restos de un fortín mixto, de hormigón, cubriendo el sector central.
Cuerpo rectangular y parte frontal en forma de pentágono. El techo se colapsó posiblemente por el impacto de un bombardeo aéreo o de varios obuses. Entrada por la parte trasera pero la puerta colocada en la parte derecha.
Fortín 133-B
Restos de un fortín mixto, de
hormigón, cubriendo el sector central-este de la posición.
Cuerpo rectangular y parte
frontal curva. El techo se colapsó posiblemente por el impacto de un bombardeo
aéreo o de varios obuses. Se pueden ver perfectamente el varillaje metálico
interno, así como la grava de río utilizada en su construcción.
Castillo (Emblema del Cuerpo de Ingenieros)
Batallón de Zapadores nº 7, 9ª
Compañía.
III - Trinchera:
Posición al este de la Loma
Intermedia, con una trinchera circular alrededor de la cota que defiende.
IV - Trinchera:
Posición en el extremo oriental
del término municipal de Pinto. Ligeramente adelantada frente al resto de
posiciones de la zona. Red de trincheras y pozos de tirador.
V - Posición nº 137 "Avanzadilla Enlace 2":
Posición a retaguardia de la
anterior. Red de trincheras y pozos de tirador. En la zona se han encontrado vainas de fusil Mauser alemán.
VI - Posición nº 135 "Enlace 1":
Posición defendiendo una pequeña
loma junto al camino de Pinto a La Marañosa.
VII - Posición nº 134 "Avanzadilla Enlace 1":
Posición que batía el Puerto de las Dos Caras. Estaba ocupaba por 2 escuadras.Trincheras y pozos de tirador.
VIII - Posición defendiendo el camino de La Marañosa:
Posición de fortificación de un
cerro aledaño al camino de la Marañosa. Parece haber sido ocupada
por fuerzas de reserva, en segundo escalón. Es un lugar estratégico que
controla el paso de la carretera de Pinto a La Marañosa. La fortificación del cerro
incluye gran número de trincheras amplias y bien excavadas.
Fortín VIII-A
Fortín cilíndrico de hormigón,
con triple aspillera frontal, emplazada en las inmediaciones de las posiciones
artilleras, para su defensa. Fortín orientado al oeste.
Con forma de herradura, tiene
tres pequeñas troneras abocinadas al exterior en el frente, que es curvo, las
paredes laterales forman un rectángulo y la parte trasera es plana y con puerta
lateral izquierda.
Fortín VIII-B
Fortín circular de hormigón, con 4
troneras para fusilería, a ras de suelo y casi cubiertas, tiene un pasillo muy
ancho que forma su entrada trasera en situación lateral izquierda. Fortín
orientado al norte.
IX - Posición “Artillera”
Parece responder a una obra del momento previo del avance nacional sobre Madrid, asentando su ala derecha en la Carretera de Andalucía. Supuestamente, los republicanos podrían haber instalado aquí una batería artillera para batir ese flanco y dado lo abierto del terreno y la falta de arbolado, etc, hubieran hecho las casamatas como elemento de protección de los servidores; no de las piezas, pues difícilmente cabe, ni un simple anticarro, en ese espacio. Algo sobredimensionado y extraño, ya que la artillería se debía desplazar constantemente para evitar el fuego de contrabatería, y no era recomendable su uso estático.
Igualmente, es una posición rara para instalar un Puesto de Mando avanzado, de gran solidez, como encontramos en la línea del Manzanares, etc. De considerarlos simples nidos de ametralladora, por apuntar otra hipótesis, sería un tanto absurda también su disposición.
Otra hipótesis sobre estas construcciones es que habrían servido como polvorines.
Parece responder a una obra del momento previo del avance nacional sobre Madrid, asentando su ala derecha en la Carretera de Andalucía. Supuestamente, los republicanos podrían haber instalado aquí una batería artillera para batir ese flanco y dado lo abierto del terreno y la falta de arbolado, etc, hubieran hecho las casamatas como elemento de protección de los servidores; no de las piezas, pues difícilmente cabe, ni un simple anticarro, en ese espacio. Algo sobredimensionado y extraño, ya que la artillería se debía desplazar constantemente para evitar el fuego de contrabatería, y no era recomendable su uso estático.
Igualmente, es una posición rara para instalar un Puesto de Mando avanzado, de gran solidez, como encontramos en la línea del Manzanares, etc. De considerarlos simples nidos de ametralladora, por apuntar otra hipótesis, sería un tanto absurda también su disposición.
Otra hipótesis sobre estas construcciones es que habrían servido como polvorines.
Fortín IX-A
Estructuras construidas en
hormigón en masa de buena calidad pero en las que no se aprecian restos de
varillaje metálico. De forma rectangular, interiormente están divididas en dos
estancias separadas por una pared.
Las tres obras están alineadas y
orientadas hacia el este, lado en el que no tienen pared, y separadas entre sí
unos 15 metros.
Fortín IX-B
Fortín IX-C
Algunos grandes bloques de
hormigón rotos parecen indicar que alguna de estas obras tuvo techo en algún
momento.
X - Posiciones nº 125 y nº 126 “Cabeza Fuerte”:
Fortín 126-B
Cabeza Fuerte es un promontorio de
667 m, dominante sobre la llanada de cinco kilómetros que lo separa del Cerro
de los Ángeles, y que por ello siempre contaba con una unidad tipo batallón:
aquí estuvieron tropas de regulares, legionarios, tercios carlistas, la 2ª Bandera de Falange de
Castilla, …
Todos los ejemplares de fortines están
colocados en disposición divergente alrededor de la cota que defienden,
ubicados a media altura.
4 fortines: 1 cubriendo el flanco
derecho, 1 el flanco izquierdo, y 2 el flanco central.
Existen también los restos de una casa de
datación dudosa.
Fortín 125-A
Nido de ametralladora de hormigón
armado con trasera rectangular y frontal semicircular, una sola aspillera
amplia para disparo radial y sólida construcción. En la posición “Cabeza
Fuerte” estaba orientada hacia Pinto, lugar donde se encontraba el cuartel
general de la División 17. Destaca por su excelente estado de conservación, al
igual que el resto de nidos de esta posición. Detrás, las trincheras se
extienden y desaparecen en el olivar.
Fortines mixtos. Cuentan con un
cuerpo cuadrado grande, con acceso posterior en el que desembocaba directamente
un ramal de la trinchera principal, rematado con un muro semiesférico frontal
en el que se emplaza una gran tronera que abarca más de cien grados de
amplitud. El interior es amplio, despejado y carece de banqueta para la
ametralladora y de hornacinas para el material.
Fortín 125-B
Nido de ametralladora, orientado
hacia el cerro de los Ángeles. Dispone de un frente mucho más alto que el resto
de ejemplares. Se accede a él siguiendo las visibles y marcadas trincheras. Se
encuentra a media ladera. Tiene la entrada medio obstruida. Recibió un impacto artillero en la parte posterior izquierda, el cual fue reparado y parcheado con hormigón.
Fortín 126-A
Nido de ametralladora con las mismas características que las anteriores pero con la peculiaridad de tener roto el borde inferior de la tronera. Las tropas allí destacadas tuvieron que “rematar” el fortín destruyendo con cincel el marco inferior de la tronera. Debido a que la ametralladora colocada en el interior del fortín no tendría suficiente ángulo para batir la pendiente de la loma con tiro rasante al suelo.
El estado de conservación de
todos estos fortines es excelente, manteniendo todos ellos la cubierta, acceso y tronera
intactos. En algunos casos pueden verse arreglos posteriores a su construcción
tras haber recibido algún impacto artillero, mostrando en el exterior parches
del mismo material con el que fueron levantados. Se aprecia perfectamente sobre
las paredes las huellas de las tablas de encofrar.
Magnífica página. Se nota cuando las cosas se hacen con ilusión. Gracias a la labor de gente como Miguel ängel, podemos tener una aproximación y un conocimiento detallado de los acontecimientos históricos en parcelas tan pequeñas y acotadas como la zona de PINTO. Me he encantado. Gracias M Angel, un abrazo de tu amigo Luis Martínez [Tierra de Fuego]
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